
En Raig existe un lugar al que llamamos "Región de los Lagos Flotantes". Y su nombre no es un simple capricho, pues, al mirar hacia el cielo, se pueden apreciar los 6 lagos que mágicamente flotan en el cielo. Es un lugar de una belleza tan majestuosa como impresionante, que dejan atónito a cualquiera que los contemple.
Durante nuestro viaje, el más grande de ellos (Lago Fordos) fue una parada obligada para mi grupo, ya que nos urgía reponer nuestras energías y, por sobre todo, recuperar a nuestros compañeros heridos. Y el lugar que escogimos fue el ideal, pues tras permanecer un día sumergidos en las tibias aguas del lago, todos parecíamos llenos de vida y energía. Al parecer, esas aguas tienen ciertas particularidades curativas, pero no estoy muy seguro de ello.
Nuestra estadía allí fue una bendición para mi grupo, pues fue el último momento de verdadera paz del que pudimos gozar en mucho, mucho tiempo. A partir de entonces, las cosas iban a ponerse realmente complicadas, no sólo para nosotros, sino que para todos en Raig.
Por eso, si alguna vez tienen la oportunidad de ir allí, no lo duden ni por un momento. Claro, es muy difícil llegar, pero no va a faltar un mago amable que los guíe.