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Nací en la ciudad de Búlderain, capital del país de Raig, conocido también como el Reino de los Magos. Mis talentos me permitieron iniciarme a tempra edad en las cuatro disciplinas elementales de la magia: Agua, Tierra, Viento y Fuego. Además de eso, recibí del Gran Concilio de Magia y Hechicería el grado superior de Véspalid siendo yo muy joven aún. Si quieren saber más, pueden postear y comentar.

sábado, octubre 20, 2007

El incidente en el Bosque de Luz (2a parte)


Una vez que todos estuvieron en sus camas, las carpas quedaron en penumbras.
Apel despertó pasada la medianoche. No había podido dormir muy bien y se sentía algo agobiada. Miró hacia la cama de Nerin para ver como estaba. Seguía tal cual. Pero algo extraño llamó su atención.
-¡Qué rayos es eso! -susurró levantando la ropa de cama de su amiga.
Sus ojos se clavaron de inmediato en el talismán de Nerin. El cristal brillaba con una intensidad cegadora, pero no iluminaba mucho. Le pareció, entonces, que algo raro sucedía. Por lo general, un talismán reaccionaba cuando su dueño invocaba su poder. Pero Nerin se hallaba inconsciente y, por lo tanto, no podía usar su talismán.
Sobresaltada, Apel despertó a Yanadil, Gadia y Lenia, quiénes se mostraron tan extrañadas como ella. Trataron de despertar a Nerin e intentaron arrancarle su talismán, pero les fue imposible sacarlo y no pudieron despertar a la chica. La piedra parecía estar adherida al cuerpo de la hechicera afectándola de algún modo.
-Yan, ve a despertar a Blas -ordenó Apel-. Él tiene que ver esto.
Yanadil fue corriendo hacia la carpa de los muchachos a buscar a Blas, mientras Lenia iluminaba la de ellas. Minutos más tarde regresó Yanadil seguida por Blas, cuyas ganas de volver a la cama eran evidentes.
-¿Qué pasa? -preguntó con pereza.
-Ojalá supiéramos -respondió Gadia.
-Le conté a Blas lo del talismán de Nerin, pero ahora… -dijo Yanadil interrumpiéndose al ver a su amiga. -¡¿Qué pasó?!
-Cuando Lenia iluminó el lugar, el talismán dejó de brillar -dijo Apel.
Pero la cosa no era tan así. Blas (un poco más despierto ahora) se acercó a Nerin y examinó el talismán. Tras mirarlo detenidamente, se percató de que éste aún brillaba. De pronto sintió que una fuerza increíble manaba de la piedra, lo levantaba en el aire y lo arrojaba dejándolo tirado en el suelo a varios metros de la cama de Nerin. Cuando alzó la vista, adolorido por la caída, vio como el talismán absorbía la luz que los rodeaba mientras el cuerpo de Nerin comenzaba a flotar. Cuando hubo absorbido toda la luz, el brillo del cristal envolvió por completo el cuerpo de la hechicera. Entonces, la entrada de la carpa se abrió abruptamente y Nerin comenzó a absorber la luz del exterior.
Blas y sus compañeras veían impactados cómo el brillo aumentaba más y más. Tras la impresión inicial, Blas cayó finalmente en la cuenta de qué era lo que ocurría.
-¡Lenia, cierra la entrada! -ordenó-. Tapen todos los lugares por donde entre luz.
Justo cuando el último rayo de luz fue tapado, el cuerpo de Nerin cayó pesadamente sobre su cama, aún inconsciente.
Los otros magos, que habían despertado extrañados por tanto ruido, entraron a la carpa. Apel, al oírlos acercarse, cubrió completamente a Nerin con sus ropas de cama y la cubrió con su cuerpo.
-¿Qué pasa aquí? -preguntó Ridert.
-¡Cierren rápido! -apuró Lenia.
Una vez que todo estuvo otra vez en penumbras, Gadia explicó a sus compañeros lo que había ocurrido. Dínodor se acercó a Nerin y la examinó cuidadosamente. Comprobó con impotencia que no había nada que él pudiera hacer por su amiga.
-¡Maldición! -exclamó tomándose la cabeza.
-Tranquilo, Dino. Ya haremos algo -lo consoló Vudon no muy convencido.
Blas se apartó del grupo para meditar un instante. El problema era realmente grave. No podían continuar por un bosque lleno de luz con alguien a quién la luz provocaba una reacción tan grave. Pero era imperativo continuar con la misión. Además, él no podía abandonar a una amiga a su suerte.
-¿Qué piensas, Blas? -preguntó Neiton.
-Busco una salida para esto -contestó.
-¿Y?
-Nada.
-Pero vamos a continuar, ¿verdad?
-Sí, pero no se qué hacer con Nerin.
-Te entiendo. Pero no la podemos dejar aquí.
-¡Por supuesto que no! De hecho, debemos sacarla cuanto antes de este Bosque.
-Tienes razón. Ella está así desde que entramos al Bosque. Hay algo aquí que la tiene así.
-Neiton, necesito que trates de entrar a su mente. Quiero saber qué es lo que hay en ella.
-Entiendo.
Ambos se acercaron a Nerin. Neiton se sentó junto a ella, puso una mano sobre su frente y se concentró para entrar en su mente. Poco a poco los pensamientos de Nerin iban haciéndose más claros. Cuando estuvo completamente dentro de la mente de la hechicera, la claridad se transformó en un gran problema, pues todo estaba demasiado luminoso. Neiton se sintió encandilado, no podía ver nada salvo un lugar donde todo estaba aún más luminoso. Con mucha dificultad se acercó a ese lugar. Percibió que la luz emanaba del talismán de Nerin y, a su vez, ésta era absorbida por su cuerpo. Cuando por fin iba a alcanzarla, vio que una extraña figura salía del cristal y lo arrojaba con violencia fuera de la mente de Nerin.
-¡Agh! -exclamó Neiton adolorido.
-¿Qué pasa?
-¡Ay! ¡Mi cabeza!
-¡Dino…! -exclamó Blas.
Rápidamente Dínodor puso sus manos sobre la cabeza de Neiton y alivió su dolor.
-Gracias, Dino -dijo Neiton con un suspiro de alivio.
-Fue un placer, amigo.
-¿Qué fue lo que viste? -preguntó Blas.
-No mucho. Había mucha luz. El talismán de Nerin la irradiaba y ella la absorbía. Luego algo me sacó con violencia de su mente.
-Ya entiendo -dijo Blas-. Una vez el anciano me contó algo acerca de los talismanes. Me dijo que los cristales siempre reaccionaban cuando volvían a su lugar de origen. Pero, por lo general, para que funcionen, se debe invocar su poder. Sin embargo…
-Hay excepciones -interrumpió Traben-. También me contó algo de eso.
-Entonces, eso quiere decir que Nerin no necesita invocar al Gran Rey para utilizar su talismán, ¿verdad?
-Sí, así es -contestó Blas-. Pero sólo aquí en el Bosque de Luz. De aquí proviene su cristal.
-Si, pero el poder de Nerin ha aumentado mucho de todas maneras -señaló Neiton.
-Eso quiere decir que va a seguir aumentando -dijo Blas-. Y con la velocidad que lo hace su cuerpo podría no resistir.
El silencio que siguió a esas palabras hizo notar el pesar del grupo. Sabían que debían sacar a su amiga del Bosque, pero hacerlo implicaba un gran peligro.
-Bueno, vuelvan todos a la cama -ordenó Blas-. Aún quedan un par de horas para dormir.
A decir verdad, ya nadie tenía ganas de dormir. Ya era difícil conciliar el sueño y, si uno de ellos se quedó dormido, no tuvo muy buenos sueños.

1 comentario:

Ainil Cielo dijo...

Holaaa! Por fin se actualizó Raig! esperé harto tiempo para volver a leer parte de las aventuras de Blas! Que rico que se publicó una nueva parte de esta entretenida historia, había quedado bien botado este blog, pero nuevamente salió a flote. La historia de Blas es muy chora y tiene cosas super valorables, como por ejemplo el incidente de la luz (parte anterior) que desarrolla muchas cosas importantes para la trama, sobretodo bajo el concepto de la "luz". Que bien que siga adelante este blog! Además que Nerin es un personaje que se las trae, pasa muy piola, pero al parecer a todos nos dejará boquiabiertos. Nada más que decir, salvo que se disfruta de este blog, y que no porque quienes leen las historias de Blas no comentan, este blog no es visto. Así que sigue adelante con tu hisoria! Un besito y mucho amor,

Eve